Reverenda Madre Cristina Rodríguez Díaz, Madre Teresa Marroquín Matos, Madre Directora, Sra. Subdirectora, Dr. Michel Azcueta, comunidad santarrosina en general…
Hace tres meses atrás, iniciamos el proyecto educativo “Con un click eres parte de mis raíces” que busca rescatar la identidad distrital, perdida o adormecida entre nuestros adolescentes quienes ven como muy lejana, o en el peor de los casos, desconocen los años de las esteras, la arena, el viento, la cisterna y, sólo conocen el cemento, las comodidades del cable, el internet en casa, sin apagones ni toques de queda. Asimismo, el proyecto pretende hacer entender que conocer nuestro pasado nos prepara para el futuro nos acercan al hoy, consolida nuestra identidad.
Y porque no se ama lo que no se conoce, el primer reto fue conocer Villa El Salvador y presentarlo desde los ojos de los mismos adolescentes…Al inicio fue duro porque encontramos mucho desarraigo, mucha indiferencia… la influencia negativa de la cultura mediática que ha convertido a nuestra sociedad en huérfana de identidad; los valores de solidaridad, organización y paz que habían motivado a los primeros pobladores de este otrora desierto, trastocados y olvidados. Sumado todo esto a mucho pesimismo.
Así primero creo por exigencia, los chicos de Villa empezaron a conocer Villa. En el camino las cosas fueron tomando forma: se diseñaron los blogs para ir presentando al mundo diferentes aspectos del distrito… Y mientras compartíamos emociones descubriendo y venciendo retos tecnológicos, nos dimos cuenta que había mucho de valor aquí cerquita a nosotros y no lo habíamos visto. Nos dimos cuenta de lo valioso de la diversidad cultural, las costumbres que habían pasado desapercibidas, descubrimos que la organización y la solidaridad habían vencido los obstáculos de los primeros años. Fuimos conscientes entonces de que detrás de todo esto tenían que haber existido líderes, hombres de carne y hueso que habían hecho posible lo que es hoy Villa El Salvador. Así en algún momento, surgieron los primeros indicios de sentimiento por esta tierra que a pesar de su juventud tiene una historia rica y casi épica. Nos gustó hablar de Villa El Salvador en clase, con nuestros invitados y fuimos conociendo momentos y personajes algunos sólo en papel, otros tan tangibles como el compañero del al lado. Nos dimos cuenta que si bien es cierto nuestro distrito tiene problemas y muchos, no era tan feo, malo o aburrido. Fue descubrir que no había sido un distrito más, sino que había sido modelo de autogestión, pujanza, creatividad y valentía para otros pueblos del mundo, que había surgido casi de la nada y en poco tiempo se había ganado la mirada internacional por el trabajo conjunto, la organización, la visión emprendedora de sus pobladores y por su lucha contra el terror.
Consecuencia del entusiasmo y de la reflexión, pues no se había planificado inicialmente, se organizó la celebración del 11 de mayo de otra manera, con otra actitud. Así desde las primeras horas de la mañana de ese día, los chicos del proyecto (Cuarto año) asumieron su rol de conducción y participación directa en esta actividad llevando a las diferentes aulas la historia y el sentimiento por su Villa El Salvador. Comentaríamos luego en el aula, que fue un 11 de mayo en que se aprendió decir “soy salvadoreño” con orgullo y emoción certera, era más que una frase, más que un compromiso de tarea, era una afirmación de corazón.
Tomar conciencia del sentido de pertenencia trajo al proyecto otro hijo: La Condecoración Personajes de mi Villa 2010 porque nos pareció necesario reconocer a aquellos varones y mujeres que hicieron posible, el avance de un pueblo ansioso de progresar. Sí, es cierto que el trabajo fue de muchos vecinos, pero fueron ellos, los líderes de los primeros años, quienes inspiraron a otros a soñar más, a aprender más, a ser más y ser mejores, El día de hoy están aquí y con su presencia nos hacen palpar parte de la historia de nuestro distrito.
Dejando de lado, los tintes políticos e ideologías que pueden ser muy diversas, reconocemos en ellos al hombre de acción que supo soñar, que supo creer en un desierto inhóspito, seco, sin un árbol, sin luz, sin agua, sin nada y supo ver el sueño de otros, el deseo de otros, las necesidades de otros y se hicieron parte de la arena, de la risa de los niños y fueron los primeros maestros de una juventud naciente, la fuerza durante los años oscuros y de terror…
Esperaron mucho de ellos y supieron darse por entero al prójimo.
En Madre Cristina Rodríguez Díaz, Madre Sabina y Michel Azcueta Gorostiza, queremos simbolizar a todos aquellos hombres que soñaron y vieron en el desierto de los primeros años, una ciudad emergente y próspera, queremos simbolizar también al vecino que trabajó en minka para construir su casita, a los primeros educadores que sin un sueldo hicieron de su profesión un verdadero apostolado, a las madres que llevaron en un brazo a sus hijos y en el otro una estera, a los dirigentes de la etapa mítica que trabajaron con ahínco por sus sectores y manzanas, a los pobladores que hicieron sentir su voz de protesta durante el terrorismo y a todos los salvadoreños que aman sus raíces; pues el ejemplo tiene más seguidores que la razón.
No queríamos cerrar las celebraciones de mayo sin ustedes, su presencia es valiosa porque son parte de la historia de este pueblo, quien a través de esta juventud le agradece su desinteresada labor, la profundidad de sus convicciones, incluso el grado de sus ambiciones, su visión y sobre todo el alcance de su amor,que hizo posible esta escuela, este barrio, este distrito, y que engrandecieron nuestro país.
Porque cargaron en sus espaldas las ilusiones de muchos
Porque olvidaron su casa, su mesa y su cama por compartir con los demás
Porque tuvieron sueños que inspiraron a cientos
Porque fueron maestros de carrera y de amor
Porque abrigaron el frío de los primeros años con paciencia sonrisa y tesón
Porque fueron los vecinos de al lado en nuestras angustias
Gracias por ser la mano que trabajo con amor, personajes de mi Villa.
Gracias
Gladys Mansilla Ayala
Profesora responsable del proyecto educativo “Con un click eres parte de mis raíces”